
Un lanzamiento inolvidable
El 27 de julio de 2018 fue una fecha principal para Mundo Historial Editores. En nuestro equipo se sentían corrientes de excitación, alegría contenida y embrujo por una alta conquista alcanzada.
Luego de días, semanas y meses de trabajo, pudimos extender nuestros brazos y entregarle al mundo nuestro primer resultado como editores: el libro de la abogada y líder de los derechos humanos María Victoria Zambrano Ibarra, La violencia de puertas para adentro.
Desde hacía muchos años, en Redactores Profesionales nos rondaba la idea de abrir una editorial. En carne propia habíamos sentido que no todas nuestras creaciones literarias o periodísticas tendrían un espacio entre las editoriales existentes en el país, no obstante que cuatro de ellas nos abrieron sus puertas y nos respaldaron con la publicación de algunas de nuestras obras.
Luego vimos a muchos amigos y conocidos padecer el rechazo de varias editoriales ante la oferta de sus escritos, muchos de los cuales conocimos y ponderamos por su elevada calidad literaria, periodística o ensayística. Este último quizá también iba a ser el caso de La violencia de puertas para adentro.
Así mismo, en los últimos años ha surgido un nuevo motivo: muchas personas, por lo general alejadas de las letras, ciudadanos corrientes, tienen el deseo de publicar sus conocimientos o sus memorias o sus viajes y aventuras.
Ante el absoluto desinterés de las grandes editoriales por publicar la vida o las historias de grandes desconocidos, por un lado, y la inexperiencia y el elevado costo que tiene para un autor anónimo asumir con su propio bolsillo las diferentes etapas del proceso editorial, por el otro, se han abierto enormes posibilidades para editoriales pequeñas e independientes. Esta dos últimas palabras, en este contexto, son un pleonasmo.
Y ese luminoso e incierto pleonasmo lo hemos vuelto carne en Mundo Historial Editores. Un nombre extraño y arriesgado. Sus dos primeras palabras nunca se había visto las caras de cerca, hasta que Juancho Polo Valencia, ese díscolo y excéntrico cantautor de la música vallenata, para significar este mundo lleno de historias, las compuso y las cantó en su legendaria canción Lucero espiritual. De ese contexto de poesía popular las arrancamos y las incorporamos a nuestro reluciente y original nombre.
A este panorama de oportunidades restringidas, de cambios y de intenciones se ha sumado la democratización que ha traído el fascinante mundo digital, en el que labores que antes eran solo propias de expertos o de círculos muy cerrados de poder del libro, hoy están al alcance de un clic. La misma publicación en línea, que abarata costos (evita la impresión, la distribución y la ocupación de espacio en estantería físicas) y permite ventas en todo el universo conectado a Internet; la publicidad y la difusión por medio de las ubicuas redes sociales virtuales hacen más baratas y eficientes estas dos actividades que antaño exigían muchos recursos.
Somos una editorial pequeña, sin duda, porque nuestro músculo financiero es mínimo, tenemos poca espalda, y porque somos solo dos personas la que la impulsamos. Y somos independientes, porque estamos lejos de los intereses y políticas de los grupos económicos editoriales.
Aunque pequeños de posibilidades, por el momento, tenemos sueños pensados para crecer en los próximos años, en cuanto al número de títulos, a la calidad editorial y a la venta de números de ejemplares. En este ámbito tenemos más alas.
En relación con nuestra identidad o con las líneas editoriales que hemos escogido, literatura, periodismo y ensayo, tienen más de nuestros gustos que de sesudos estudios de mercado, más de tres disciplinas en las que cabe perfectamente el mundo de hoy y de siempre con todos sus matices, interpretaciones y variedades, que con el cálculo de lo que espera y necesita el mercado.
También pensamos más en escritores noveles pero rebosantes de talento para contar grandes historias de ficción y de no ficción, que en publicar obras de vacas sagradas que no dicen nada nuevo; más en estudiosos e investigadores, dentro o fuera de la academia, que logran óptimos resultados y textos muy bien escritos, pero que no han podido romper la burbuja de su aislamiento creativo, que en deslumbrantes y pretenciosos expertos y consultores que tienen mucha vida social o pública, que profundas búsquedas y buena pluma.
En ese contexto, un día tocó a nuestra puerta María Victoria Zambrano Ibarra con su testimonio, análisis y reflexión sobre el abuso sexual infantil y la violencia intrafamiliar y de género en Colombia. Apenas leímos su texto original, solo para someterlo inicialmente a la corrección de estilo, supimos que allí había un enorme tesoro de conocimientos y vida que no podíamos dejar pasar.
Trabajamos hombro a hombro con ella, que es como más nos gusta, cuidando los detalles y respetando sus gustos y decisiones. Por ejemplo, ella traía debajo del brazo un prólogo escrito por otra persona, sin duda idónea, y los primeros bocetos de una muy joven pero talentosa ilustradora, que finalmente terminarían adornando y embelleciendo este primer título de Mundo Historial Editores.
La violencia de puertas para adentro es un libro necesario para su autora, como para el país y el mundo. Para ella, porque es la coronación de una ardua, dolorosa y valiente experiencia de maltrato físico y emocional sufrido en la infancia y en la adultez; pero también lo es por su capacidad resiliente para superar el dolor, aprender a perdonar y resurgir del fango de la culpa, la baja autoestima, la tristeza y la rabia.
Para el país y el mundo historial, porque en esta hora en la que se denuncian todos los infames atropellos y vejámenes de los que han sido víctimas sobre todo las niñas, los niños y las mujeres, desde tiempos inmemoriales, hay una fuerte decisión y espíritu de lucha desde diferentes sectores de la sociedad y el Estado para que no queden impunes y no se sigan repitiendo.
Ayudarle a María Victoria y a muchas personas en esta tarea, es nuestro primer grano de arena.